Zoom del material: Acero

Hola,

Hoy quiero presentarte uno de mis materiales favoritos: el acero.

Antes de trabajar con ella de forma artística, la conocí en el mundo industrial, trabajando en campos como la fundición, la metalurgia, la cuchillería, la forja...

A menudo comparo el acero con un caballo de la Camarga ardiente en comparación con un caballo de tiro que es similar al bronce.

Para mis creaciones, elegí crear un encaje metálico gracias a una técnica de goteo.

Goteo de metal
Hablar de goteo en escultura sin caer en un flujo de pintura sobre un soporte tridimensional parece un reto. Una acción y un proyecto que parecen ser un reto o una apuesta.
Pero al observarlo de cerca, fundo el metal y éste gotea en una forma aleatoria.  La participación de todo el cuerpo está presente y no sólo el intelecto. Entonces se vislumbra la paradoja, se levanta el telón y se revela una solución a esta alternativa.
El goteo, como le gustaba a Jackson Pollock, es un acceso a una memoria inconsciente, enterrada en el cuerpo, arquetípica. Una evanescente casualidad divina llevada a la luz y a la forma.
La proyección clásica o abstracta interiorizada entonces en la arena, congelada en el espacio del molde, recibe por fusión, licuación, las gotas una tras otra. La pérdida de control y el acceso a otra dimensión son las palabras clave del discurso, de una comunicación entre la escultura y el escultor.
La alquimia no está lejos: « ora et labora ». La Tabla Esmeralda dice: "Separarás lo sutil de lo espeso con gran ingeniería... asciende de la tierra al cielo, y de nuevo desciende a la tierra, y recibe el poder de las cosas de arriba y de abajo".
Los huecos y baches, los espacios vacíos y llenos, los accidentes crean un juego entre luces y sombras. Este encaje es una creación sugerente que apela a la historia idílica, quimérica, arquetípica u oscura y negra de cada individuo. Una historia personal se regenera, recomponiendo la obra. Reinventa su propia historia como un aluvión arrastrado por la corriente del río, de la vida. Transforma de manera infinitesimal o radical, el yo individual del creador y del espectador en uno nuevo revisitado.
Nuestra historia personal, real o de recuerdos cognitivos contados, se reconstruye con cada gota de eternidad congelada.  Pero a través de nuestros ojos, los cordones se vuelven solubles en nuestra historia personal, que es interminable, a diferencia de los cuentos cuyo final es conocido. Ni siquiera la muerte, por poco comestible que sea, podrá con nuestras historias personales, ya sean contadas en privado o a plena luz del día.
Esta propiedad adquirida y específica de no tener nunca un fin y el poder de tomar una nueva diversión cada segundo son la fuente de la libertad individual. Todas las historias cognitivas refundidas son el medio para reconstruir el propio mundo, nuestro mundo.
Los gnósticos y los agnósticos se unen como los opuestos se unen. En este bosque de historias reales, idílicas, arquetípicas, construidas consciente o inconscientemente, el papel creativo de cada uno, estimulado por la mirada y la emoción de una obra por terminar, hace crecer hacia una libertad individual reconquistada.
El goteo escultórico puede entonces cobrar vida e inspirar a otros creativos en esta voz de la mente inventiva.

  Derrito las barras de acero gota a gota

  en un molde de arena.

  Una vez terminada la fundición, comienza el acabado.

  Cepillo mis esculturas para revelar los matices del metal.

Algunos ejemplos de esculturas de acero: (haga clic en las imágenes para acceder al archivo completo)